
Cocina conjunta rumano-ucraniana/Bucătărie comună româno-ucraineană
temas relacionados: 40 Mártires de Sebaste/Cei 40 de Mucenici din Sevastia
léxico: panecillo chiflă, pâinică, ajo usturoi, perejil pătrunjel, levadura drojdie, leche lapte, huevo ou, salpicar a stropi, hornear a coace în cuptor, horno cuptor, clara de huevo albuș de ou, miel miere, nueces nuci, remolacha sfeclă, cebolla ceapă, col varză, zanahoria morcov, rallar a rade, frijoles fasole, manjares mâncăruri, brindar a ciocni un pahar, cerveza bere, entorno anturaj, atmosferă
La primera etapa de los cursos de Rumano a los Refugiados Ucranianos de este año, patrocinados y financiados por Crucea Roșie Română/Cruz Roja Rumana, ha concluido con un taller de Cocina conjunta rumano-ucraniana.

Elena, auténtico másterchef, autora asimismo de una página web de gastronomía, primero nos ha enseñado a elaborar pampushki, panecillos de ajo con perejil que acompañan la degustación del borshi.

Después nos ha mostrado cómo modelar los mucenici, figuritas en forma de 8 de masa dulce con levadura, leche y huevo y salpicadas, luego de ser horneadas, con clara de huevo batida, miel y polvo de nueces.

El pueblo celebra, de esta manera el 9 de marzo, el sacrificio de los 40 Mártires de Sebaste,
un grupo de soldados romanos de la Legio XII Fulminata convertidos al cristianismo y asesinados cerca de la ciudad de Sebaste, en Armenia Inferior (actual Sivas en Turquía), víctimas de las persecuciones de Licinio (c. 265-325), quien después del 316 d.C., persiguió a los cristianos de Oriente.
Hemos empezado a elaborar los panecillos, siguiendo las instrucciones de Elena.


Después pasamos a moldear los muchenichi y por último nos encargamos del borshi, una sopa de remolacha con frijoles, zanahoria, col, cebolla y tomate.


Al final de la actividad nos sentamos a degustar los manjares preparados,

brindamos con un poco de vino, cerveza y champán y escuchamos canciones ucranianas interpetadas por una de las refugiadas. "Me engañaste" es una de ellas, tema muy famoso en Ucrania por su ritmo muy ligero y bailable.

Fue una actividad interesante e interactiva, dominada por el buen ambiente, donde se habló en rumano, inglés y ucraniano y donde la comunicación fluyó de manera muy agradable.

Antes de despedirnos, todos expresamos nuestra esperanza de volver a vernos en el mismo marco de aprendizaje y buen entorno.
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