Una extraña
Me despierto a las 7 y 35 de la mañana. Bebo mi café y salgo al balcón para ver a los transeúntes que se apresuran a ir al trabajo. Justo en frente de mí, hay un balcón que llama mi atención. Cuando miro la ventana, hay una mujer de pie allí. Su pelo es largo y negro y me está mirando. La sonrío y me doy la vuelta un segundo, pero cuando miro hacia atrás se ha ido.
Con el paso del tiempo, siempre miro hacia la ventana esperando a que esté allí, pero ella no lo está.
(por Anca Cosas, IX C)