La ONU de la Educación: El trabajo como maestro en Brasil
por Vinicius Fernandes Batista
Durante las charlas que hemos tenido en la "ONU de la Educación" - llamé así nuestro grupo de los Cursos de Verano de Santander-hemos intercambiado muchas impresiones sobre lo que es enseñar y educar en nuestros países. Por eso mismo pensé que podría ser interesante escribir algo sobre lo que significa ser profesor en un país como el mío: Brasil. Y animo también a los demás que lo hagan, que describan sus experiencias docentes, con sus problemas y dificultades, porque enseñar no es un trabajo cualquiera; es una misión.
Como en todo el mundo actualmente, ser maestro en Brasil no es tarea fácil, aún menos educador. En mi caso esta profesión no era mi opción número uno, pues me gustaría ser auxiliar de vuelo.
Cuando me titulé de profesor, el año 2000, la expectativa que tenía era mostrar que era posible aprender lengua extranjera en la escuela, sin la necesidad de un curso libre en paralelo. Recuerdo las largas jornadas de estudio (y así sigo hasta hoy) y la búsqueda por soluciones acerca de las problemáticas de la educación. Sin embargo, hay situaciones que salen del aula, principalmente los problemas (infra)estructurales.
Hoy, 20 años después (empecé el 1999, en una institución militar), todavía está peor. Los estudiantes dicen que se aburren en la escuela y sólo quieren estar con sus móviles, que están allí por imposición de los padres, no se preocupan con sus notas, sino con el resultado final, que las clases no son entretenidas, que los profesores no les motivan... Además hubo el aumento de alumnos con hiperactividad y otros problemas de aprendizaje, desmotivación de los estudiantes; son usuales las agresiones entre compañeros, padres ausentes etc.
En mi ciudad tenemos que cumplir una jornada laboral de 20 horas semanales y recibimos alrededor de tres sueldos mínimos, pero no hay una lógica y hay gente que gana mucho menos o mucho más, de acuerdo con la localidad. Además una vez al mes hay un encuentro obligatorio (e inútil) con el equipo directivo, la coordinación del área, el equipo pedagógico (uno por semana).
Específicamente acerca de la lengua española, así como el inglés, se estudia desde la enseñanza secundaria, con dos clases semanales (100 minutos). El sistema es trimestral, el promedio anual mínimo es 6,0 y hay tres evaluaciones por periodo. Además si uno trabaja con seriedad, pasará sus ratos libres con mucho trabajo.
Es por eso que dicen en Brasil (y creo que en todo el mundo) que ser profesor es una vocación, no es una profesión cualquiera. Estás cansado de ser profesor, piensas seriamente en cambiar de trabajo, descubres que no eres el único, conoces a quienes deciden dejar su empleo... pero al final no lo haces. Sabes que nunca es tarde para cambiar de camino y optar por una reorientación profesional, estás seguro que es posible ejercer una profesión que encaje más contigo, pero pese la "escasez institucional", al conseguir cambiar la vida de seres humanos a causa del estudio hace con que desees seguir este camino y conmemores cuando un alumno tiene éxito y obtiene grandes frutos. Y así es mi objetivo principal: abrir los espacios para que los estudiantes (futuros profesionales) aprendan a construir sus identidades culturales y sociales.