¿Quién no ha sonado nunca con pilotar un avión?
Ser el "rey de los cielos" es una fantasía que atrae tanto a la gente que quiere ser piloto como a los que se quieren dedicar a otra cosa. El camino para alcanzarlo está, sin embargo, lleno de trabas. Es una profesión donde no sólo se pone a prueba la destreza, sino el tamaño de la cartera y donde tiene mucha relevancia además de tener un buen 'padrino'.
La aviación es un mundo con un abanico de posibilidades muy amplio en cuanto a títulos y formación. Para ejercerla de forma profesional es necesaria la licencia de piloto comercial (CPL), que se puede obtener por dos vías. La primera es con una "carrera integrada". Esto incluye 150 horas de vuelo y las asignaturas teóricas necesarias para poder optar a la licencia. Eso sí, cuesta entre 58.000 y 80.000 euros dependiendo de la escuela y su duración aproximada es de dos años.
Por otro lado, se puede optar por hacer el curso de forma "modular". Esto significa ir superando las pruebas necesarias por partes y acabar con el mismo título. Además, al ir superando tramos, con 45 horas de vuelo uno puede obtener la licencia de piloto privado (PPL) durante la formación, con la cual puede pilotar, pero no puede dedicarse a la profesión recibiendo un salario.
Gracias, Tiberio.