El Madrid se fue de vacaciones de Navidad en plena depresión. Perdió su último partido de 2012, ante el Málaga, el día que explotó el 'caso Casillas', para quedar a 16 puntos del Barça en Liga. Diez días antes, los blancos cayeron en Vigo, comprometiendo su futuro en Copa del Rey. Pintaban bastos para los blancos.
Pero todo cambió en 2013. Y lo hizo gracias a un futbolista que está ofreciendo sus mejores actuaciones desde que, hace tres temporadas y media, aterrizó en el Real Madrid. Incluso cuando se presenta un promedio brutal de un gol por partido.
Cristiano se ha superado en este año. Comenzó su rescate ante la Real Sociedad, el día de Reyes, con un doblete para doblegar a los donostiarras. Y sólo tres días después reapareció con un 'hat-trick' para tumbar al Celta y poner a su equipo en cuartos, tarea a la que empezó a contribuir en Balaídos con un gol cuando el asunto pintaba muy nego para los blancos.
Después, descansó ante Osasuna y se quedó en blanco ante el Valencia, en la ida de cuartos. Pero anotó otro par de goles en la victoria liguera ante los che. Y un nuevo 'hat-trick', esta vez en Liga, ante el Getafe. Por marcar, lo hizo hasta en prpia meta, en la derrota blanca en el Nuevo Los Cármenes, única del equipo en los dos primeros meses de 2013. Repitió triplete ante el Sevilla y salvó a su equipo en el primer asalto ante el United, gracias a un gol 'santillanesco'.
Tras tomar aire ante Rayo y Depor, lideró la reconquista del Camp Nou con dos goles e el 1-3 que metió a los blancos en la final de Copa. Fue suplente ante los catalanes en Liga, pero básico en el segundo triunfo blanco. Y ayer, en su retorno a Old Trafford, el estadio en el que se hizo futbolista de élite, volvió a anotar. Su media de goles en 2013 está ya en 1,21 goles por partido.