Hace unos días fuimos a un restaurante llamado Alioli.
Allí la gente nos acogió cordialmente. Había dos camareros: una chica y un chico. El chico era delgado y la chica un poco gordita. Los dos sonreían y nos explicaban los platos.
Nos sentamos a la mesa y los camareros nos trajeron una bebida muy fresca que se llamaba sangría. La bebida tenía frutas diferentes por ejemplo: kiwi, fresas, mango y piña.
De entrada comimos tortilla y migas con jamón. La comida estaba deliciosa emparejada con la sangría.
Después de esto recibimos una bandeja con paella con pollo y una bandeja con paella con mariscos. La paella con mariscos tenia vieiras y camarones.
¡Fue una clase estupenda y lo pasamos de maravilla!