Un libro agradable que os recomiendo
Os recomiendo calurosamente un libro que yo leí en las últimas vacaciones. Se llama “Zalacaín, el aventurero”. Intentaré presentároslo en pocas palabras. La prosa es cuidada, muy directa y muy comprensible, escrita en el estilo vasco y la trama con aventuras (enlazadas, pero en algunos casos independientes), emoción, amistad, pero sobre todo, mucho ritmo. Aunque fue escrito en 1908, todavía es muy apreciado y, por ser tan importante, forma parte del programa obligatorio estudiado por los alumnos en España. Es también libro de referencia para los profesores de lengua castellana.
El libro trata de la vida Martín Zalacaín, un hombre de acción vasco de la ciudad de Urbía, empezando con su infancia en la que el autor cuenta los líos en que el personaje se metía. También están descritas sus relaciones con los amigos (como Bautista Urbide o Capistun) y familiares (su tío Miguel de Tellagorri) y las aventuras vividas junto con su cuñado Bautista Urbide, llenas de lances espectaculares y suspense, en el marco de la última guerra carlista, durante la cual lucha contra la adversidad en el Pais Vasco.
La primera parte habla de la infancia de Martín. Cuenta como es el pueblo en que vive el protagonista, Urbía, que según se describe parece muy bonito, con una zona antigua y una nueva. Al mismo tiempo se nos muestra su casa, más bien un caserío que se encontraba a unos cuantos metros de la ciudad, por lo que los de su familia no estaban considerados como ciudadanos. Como su padre murió hace tiempo, el niño vivía en la pobreza con su madre y con su hermana, Ignacia. Martín abandonó la escuela porque no le gustaba nada aprender y se sentía encerrado entre las paredes del edificio; prefería pasar el día jugando al aire libre con los demás compañeros.
Los Ohando, familia aristócrata y dueños del caserío, pronto estuvieron muy presentes en la vida de Martín por los dos hijos, Catalina y Carlos. Carlos Ohando se creía superior a Martín y siempre le hablaba mal y sin respeto, lo que aumentó la enemistad entre los dos. Carlos Ohando es la antítesis del héroe también en cuanto a su orientación política que se notará más tarde en el libro: él apoyaba a los carlistas, mientras que Martín, a los liberales.
El protagonista llega a conocer a su tío Miguel de Tellagorri, a pesar del odio de la gente hacia ese hombre y lo pasa muy bien con el, siendo los dos más bien amigos que parientes. Cuando la madre de Martín muere durante una representación de circo en la que está gravemente herida, Tellagori se encarga del chico y de su hermana, lo que le da a esos mas libertad. De este modo, Catalina, Martín e Ignacia ligan amistad. Al morir Tellagorri poco después, los chicos pasan a ser cuidados por doña Águeda de Ohando. Viviendo casi en la misma casa con Carlos, Martín desbarata los planes de éste con Ignacia, casándola con Bautista Urbide, amigo suyo.
Zalacaín se dedica al comercio de caballos y armas de España a Francia, en medio de las guerras carlistas (desarrolladas entre los carlistas, partidarios de Carlos, duque de Madrid, pretendiente carlista con el nombre de Carlos VII, y el gobierno de Alfonso XII, que eran los liberales), que constituían un escenario favorable para tal actividad. ”El carlismo se extendía y marchaba de triunfo en triunfo”, especialmente en Cataluña y en el país vasconavarro, lo que les dio coraje a los peronajes a comerciar.
En Vera se vio obligado a unirse a la partida del Cura Santa Cruz que difundía el carlismo y que le había tomado prisionero. Tras algunas peripecias escapan de la partida, salvando a dos mujeres nobles, Rosita Briones y su madre que estaban secuestradas por los hombres del Cura porque simplemente pasaban por la zona donde estaba en aquel entonces la partida.
En San Juan de la Luz le proponen hacer un recorrido entre las filas carlistas y conseguir que varios generales y el mismo don Carlos firmen unas letras. Una vez cumplido el encargo, es encerrado en Estella porque estaba paseando de noche por la calle. De hecho, el protagonista se hallaba en Estella, la capital carlista, para espiar para los liberales, adversarios de los carlistas en España. Se escapa de la cárcel y con engaños saca a Catalina del convento de Recoletos, llevándosela hacia Logroño, pero allí la pierde. Al buscarla pasa por Laguardia que estaba asediada y logra colocar un pañuelo a modo de bandera.
Acaba la guerra y Zalacaín se pone al servicio del general Martínez Campos. Después de casarse con Catalina, acude a Urbía a ver su casa natal.
Con el fin de tener noticias de Carlos Ohando, Bautista, Martín y Catalina se alojan en Añoa y finalmente lo encuentran junto al ”Cacho”, su viejo amigo, quien dispara a Martín a traición por la espalda, muriendo el protagonista del mismo modo que uno de sus antepasados más valientes, Martín López Zalacaín.
El libro concluye con tres mujeres que pasan por el cementerio y ponen tres rosas sobre la tumba de Martín Zalacaín: Linda, una amiga de su infancia, Rosita Briones y Catalina.
El libro es una lectura maravillosa e ideal para los ratos de ocio.
Gracias, Coralia por esta recomendación literaria. Habría que añadir que el autor es Pío Baroja.
Muchas gracias por la observación y la foto adjuntada. Tiene razón, se me ha olvidado añadir el autor y esto porque lo tenía en el título inicial que cambié.