Erase una vez dos vecinos, Jose y Laura, que vivían en el mismo bloque. Laura se había mudado ahi desde hacía dos meses y Jose había crecido y vivido en esta zona.
Después de terminar los estudios, José se convirtió en poeta. A él le gustaba mucho escribir poesías sobre la naturaleza y el amor. Por eso necesitaba un lugar muy silencioso.
Laura, como era muy joven, invitaba a todos los vecinos los fines de semana y ponía la música muy alto en las fiestas. José, como estaba tranquilo, no quería ir a las fiestas de su vecina.
Un día, mientras Jose estaba terminando una de sus poesías, tuvo una idea: Poner una canción que sabía que a su vecina no le gustaba en absoluto. Así que abrió la radio y esperaba que su vecina se enfadara.
A Laura, como no le gustaba esa canción se enfadó en seguida y salió con su perra, Lolita, al parque.
Muy contento, José salió también con su perro, Puxi Pu al mismo parque.
En un momento, José y Laura tropezaron entre sí y las correas se desataron. Los perros huyeron. Los dos empezaron a echarse la culpa. Después de un momento los dos se callaron, tomaron a los perros y fueron a caminar juntos para conocerse mejor.
José, como le gustó el paseo, decidió invitar de nuevo a Laura. Después de la segunda reunión, invitó a Laura a su apartamiento. Laura, cuando vio en que bloque vivía, se dio cuenta de que ella estaba viviendo en el mismo bloque. Así que Josó era el vecino que había hecho la broma que no le gustó en absoluto.
Pero esto no afectó su relación. Poco tiempo después, se casaron y vivieron felices para siempre.
Gracias, chicas, por vuestra historia.