Quiero una moto pero mis padres siempre me dicen que es muy peligroso. Ya no estoy de acuerdo con ellos porque puedo evitar los accidentes y conducir con poca velocidad. Un amigo tiene una moto y siempre cuando nos vemos me deja conducir y nunca tuve un accidente. Me siento muy bien cuando conduzco: viento y mucha adrenalina. Estoy sola yo y la moto, como si hubiera una conección entre nosotros.
No sé qué hacían mis padres cuando eran jóvenes pero sé que mis abuelos los dejaron hacer todo lo que querían para que vieran si se equivocaban o no.